Sedación Consciente contra dolor y pánico al dentista
Según afirman las estadísticas, un tercio de la población de nuestro planeta sufre de dentofobia que quiere decir – pánico a los dentistas. Se considera que una de las formas más efectivas para luchar con el miedo a la visita al estomatólogo es la sedación con óxido nitroso – una moderna técnica de anestesia que ayuda al paciente a relajarse, tranquilizarse y no sentir ningún dolor a la hora de realizar diversos procedimientos y operaciones odontológicas.
La sedación con el óxido nitroso, al que también llaman la sedación consciente o “gas de risa”, hoy en día es el método de anestesia más eficaz, seguro y agradable, que a la vez ayuda al paciente a deshacerse de sus miedos y al médico a trabajar más rápido, tranquilo y concentrado.
Con una dosificación adecuada el óxido nitroso mezclado con oxígeno no tiene efectos adversos: no produce ninguna irritación en las vías respiratorias, es prácticamente insoluble en la sangre y no se modifica en el cuerpo humano, por lo que su efecto desaparece por completo en unos 10 o 15 minutos.
Este tipo de sedación también se utiliza con mucho éxito en la odontología infantil. En general es muy difícil mantener a cualquier niño sentado en la silla del dentista más de unos pocos minutos y si, además, el niño tiene miedo – tratar de curarle los dientes se convierte en una misión imposible. La sedación con el gas de risa le ayudara al pequeño paciente a soportar cualquier procedimiento necesario con toda la tranquilidad y, desde luego, es muy poco probable que en el futuro se le desarrolle la dentofobia, ya que la visita al dentista se le asociará a la diversión y al placer y no al dolor y disgusto. Y para el médico también será mucho más sencillo hacer su trabajo sin distraerse constantemente con los gritos de miedo del pobre niño o, al contrario, por tratar de abrirle la boca sin llegar a asustarlo aún más.
La sedación consiente (otro nombre con el que se conoce este método de anestesia) prácticamente no tiene contraindicaciones y se puede usar en los casos más diversos y complicados, por ejemplo, a la hora de curar a las personas con problemas de salud mental a los que se hace imposible explicar la necesidad del tratamiento o para quitar el miedo a los pacientes que tienen un pánico incontrolable a los dentistas.
La sedación con el óxido nitroso es ideal para la colocación de los implantes o para otras operaciones odontológicas largas y complejas, ya que las hace agradables y muy llevaderas para el paciente. Además, este tipo de anestesia ayuda a minimizar el tiempo necesario para realizar el tratamiento: en una hora de sedación con gas de risa es posible llegar a hacer más procedimientos, curar más dientes, colocar más implantes etc., que con otros métodos de sedación más convencionales.