Empastes prehistóricos o Cómo eran los primeros tratamientos dentales en la historia de la Humanidad
Hoy en día los tratamientos odontológicos son bastante confortables para los pacientes que no sufren de dentofobia (pánico a los dentistas). Desde luego, los inventos como la anestesia, los antibióticos, el acero quirúrgico, los taladros de alta velocidad y otros instrumentos de un dentista moderno han contribuido significativamente a que la visita al médico sea sencilla y llevadera. Pero ya hace miles de años, antes de que los Homo Sapiens empezaron a usar el hierro o el bronce, los problemas con las caries ya existían y también existían los individuos que trataban de solucionarlos.
Generalmente, la aparición de las caries se asocia al excesivo consumo del dulce. De ahí nace el popular mito de que antiguamente los humanos poseían mejores dientes y, como, además, morían mucho más jóvenes, normalmente no llegaban a necesitar la ayuda de un dentista.
Hace poco los arqueólogos hallaron las dentaduras con caries que tienen más de 13 700 años. Fueron encontradas en el territorio de Maruecos y se trata de los restos de una tribu de cazadores y recolectores. Como se afirma en un articulo de la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences ), las culpables de estas caries eran las nueces con un alto contenido de hidratos de carbono que estos humanos prehistóricos consumían en grandes cantidades. Esta dieta favorecía la aparición de los problemas dentales y, por supuesto, llevaba a nuestros pobres antepasados a sufrir unos terribles dolores.
Claro está, que en un momento dado el nervio dental acaba muriendo, pero hasta que esto ocurre, el dolor puede llegar a ser muy fuerte y desgarrante. Y si, además, se crea un absceso, el dolor se vuelve aún más torturador debido a la presión que se ejerce en la mandíbula. Finalmente, tras muchísimo sufrimiento para el ser humano, el hueso se perfora y el absceso se disuelve. Una gran parte de las mandíbulas prehistóricas estudiadas por los científicos presentan claras muestras de haber pasado por este angustioso proceso.
Recientemente en la revista Phisical Antropology se publicó un articulo que describe cómo era el trabajo de un dentista en la época neolítica en el territorio de Italia. Los científicos estudiaron los dientes encontrados en el norte de Toscana que datan del periodo entre 13 000 y 12 700 años. Sobre todo, los antropólogos se han fijado en unos ejemplares que muestran claramente las marcas dejadas por un instrumento aguzado. Este instrumento que, muy posiblemente, estaba hecho de piedra o silicio, se usó para agrandar las cavidades internas de los dientes y eliminar los tejidos cariados.
Como material de empaste el dentista neolítico usó el bitumen natural que la gente en aquel entonces usaba para impermeabilizar los cestos y las vajillas. Aunque el uso del bitumen para empastar es un hallazgo arqueológico reciente, anteriormente ya fueron encontradas otras piezas dentales curadas de una manera similar. En estos ejemplares que datan más o menos del mismo tiempo que las dentaduras de Toscana, se usó la cera como material de empaste.
Tras hacer un estudio exhaustivo de los dientes prehistóricos con la ayuda de las tecnologías más modernas, los científicos llegaron a la conclusión de que el tratamiento de las caries ofrecido por los antiguos dentistas era brutal y muy doloroso, pero casi siempre eficaz. Solo un pequeño porcentaje de los pacientes que salían de la cueva del médico con su empaste puesto y también los demás dientes algo dañados por los taladros de piedra, acabó muriendo por la infección desarrollada tras la visita al dentista.
Además, gracias al mismo estudio a sido posible reconstruir los instrumentos estomatológicos de la Edad de Piedra. Con estos taladros similares a los que se usaban para agujerear las conchas y bolas para hacer la artesanía, se podían hacer agujeros en menos de un minuto. Se cree que los hombres neolíticos usaban plantas narcóticas para la anestesia, pero aún así ese minuto tenía que ser extremadamente largo y doloroso.
En los yacimientos arqueológicos en todo el mundo fueron encontradas las brocas para los taladros estomatológicos de diversos materiales – hueso, marfil, piedras semipreciosas etc.. Con el paso de los milenios, los dentistas prehistóricos empezaron a usar el hierro, pero para los pacientes el proceso seguía siendo muy duro.
El comienzo de la historia del arte de la estomatología aún se pierde en la penumbra de los milenios. Empezó por extracciones y métodos naturales para quitar las infecciones e inflamaciones, у luego llegaron los empastes. Hace unos cinco mil años en el continente africano algún dentista prodigioso se atrevió con el primer implante dental a una persona viva y tubo éxito. Y hace tres mil años en Egipto ya se hacían puentes dentales… Claro está, que en todos los tiempos era muy importante tener cerca un buen dentista de confianza!