Incrustación dental de porcelana – resistencia y estética
Hoy en día la Odontología moderna ofrece muchas opciones para la recuperación de la fila dental. Desde luego, un dentista cualificado siempre, cuando sea posible, tratará de conservarle al paciente sus propios dientes antes de ponerle implantes, prótesis o coronas dentales.
Uno de los tipos del tratamiento odontológico conservador es la incrustación dental de porcelana (cerámica sin metal), que destaca por su gran resistencia unida a una apariencia altamente estética, sobre todo, en comparación con los empastes de composite corrientes.
En este articulo hablaremos sobre diferentes tipos de incrustaciones dentales, los casos en los que se ponen y las contraindicaciones para su instalación. Además, veremos las ventajas que poseen las incrustaciones dentales en comparación con otros tipos de restauración dental y, también, cómo trascurre la instalación de estas microprótesis de porcelana.
¿Qué son las incrustaciones de cerámica y en qué se diferencian de los empastes tradicionales?
Las incrustaciones dentales en realidad son unas microprótesis hechas de porcelana, que se utilizan para reemplazar la parte que falta de diente. Entonces ¿en qué se diferencian las incrustaciones de los empastes de toda la vida? Incluso los materiales de composite (usado para empastar) más modernos tienden a asentarse, lo que provoca que con el tiempo entre el tejido del diente y el empaste aparezcan los microvacios en los que se puede crear una nueva caries. Sin embargo, la porcelana carece de esta propiedad: tras la instalación y pulido la incrustación prácticamente se une con la estructura del diente, sin dejar ningún vacío en la junta.
La cerámica sin metal de la que están hechas las incrustaciones dentales es mucho más resistente que cualquier material de composite para empastar. Un empaste, incluso hecho bien y usando las tecnologías más actuales, tiene un promedio de vida de unos 5-10 años, cuando las incrustaciones pueden funcionar perfectamente unos 25-30 años.
La porcelana tiene unas propiedades muy similares al esmalte dental: es resistente, no cambia de color y no produce reacciones alérgicas – todo esto la convierte en un material ideal para la incrustaciones dentales. Además, las incrustaciones ayudan a conservar la forma natural del diente y previenen la deformación de los tejidos de las encías.
¿Qué tipos de incrustaciones dentales existen?
Las incrustaciones se pueden dividir en 4 tipos, según el lugar en el que se ubican y espacio ocupado en el diente:
- InLay – la incrustación se ubica por completo dentro del diente y no sale fuera del mismo.
- OnLay – la incrustación cubre por completo una o más cúspides de la pieza dental.
- OverLay – la incrustación cubre casi por completo el diente, reconstruyendo la corona.
- PinLay – es una incrustación que lleva un pin para una mejor fijación.
¿Cómo se fabrican y se instalan las incrustaciones dentales?
Antes de colocar la incrustación, el dentista tiene que limpiar el diente de la caries y pulirlo por dentro. Después el médico hace una impresión que va a laboratorio donde se fabrica la incrustación, teniendo en cuenta las peculiaridades de la mordida de cada paciente. Es imposible instalar la incrustación en solo una visita a la clínica, por eso el odontólogo coloca un empaste provisional hasta el momento de la instalación de la incrustación. En la siguiente visita el médico pega la incrustación con un cemento especial, hace un pulido final y ¡ya está!
Las indicaciones y contraindicaciones para la instalación de las incrustaciones dentales
La destrucción de la corona del diente ha de ser de 25-50%. Si el agujero es pequeño, es mejor poner un empaste. Si el problema es más serio y es difícil reconstruir la forma del diente con un empaste, es recomendable colocar una incrustación. Si la pieza dental está destruida al más del 50% – habrá que poner una corona dental.
NO se recomienda la instalación de las incrustaciones dentales, si el diente por reparar se usa como soporte para las prótesis dentales fijas o removibles.
En cualquier caso, solo su dentista tras examinarle puede decidir, si es necesario instalar una incrustación, una corona dental o, a lo mejor, es posible arreglar el problema con un simple empaste.
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